
HISTORIA DE LA MAGIA
El término magia deriva de magi, uno de los elementos religiosos incorporados por los magos en la antigua Babilonia. Hubo magos en Roma, en Grecia y en casi todo el mundo occidental y oriental de la Antigüedad, cuando la magia o hechicería populares estaban relacionadas con antiguos ritos de fertilidad e iniciación en el conocimiento en los pueblos llamados bárbaros, principalmente los chinos.
La magia y la hechicería estaban ligadas también a las creencias de pueblos orientales muy antiguos, en los que el mago o brujo era a la vez un sanador y un conocedor del mundo invisible de los espíritus y desempeñaba un papel preponderante en la comunidad.
En Grecia y Roma los adivinos y magos no tenían ya nada que ver con los chamanes, aunque eran consultados sobre todo por los poderes de adivinación de los que se creía estaban dotados.
En la Europa medieval la magia estuvo relacionada con la alquimia y la astrología, actividades ocultas consideradas demoníacas por la Iglesia Católica, y que fueron objeto de persecución especialmente durante la Baja Edad Media y la Era Moderna. Unas 500.000 personas resultaron procesadas y gran parte ejecutadas por tribunales civiles y religiosos, acusadas de brujería, a lo largo de casi cinco siglos.
Debe señalarse que ninguna de las grandes religiones acepta las prácticas de la magia (sí consideran que la magia existe como tal), tampoco otras creencias cristianas. En lo que respecta a las religiones judeocristianas en particular, se encuentran bastantes referencias negativas a los magos en el Antiguo y Nuevo Testamento.
El hermetismo (llamado la antigua ciencia en el medievo) influyó en el pensamiento del Renacimiento. Esta pseudociencia se vincula, en algunos aspectos, con el mantenimiento de antiguas creencias que, como la magia, conducían al conocimiento y manejo de las leyes espirituales del universo. En 1463, Cosme de Médici encargó la traducción de la obra de Hermes Trimegisto, que se suponía escrita en el antiguo Egipto pero que, para muchos, data de los primeros siglos de la era cristiana y que es la piedra angular del movimiento hermético o gnóstico (de gnosis, conocimiento).
La adivinación mediante el tarot fue una actividad frecuente en el nacimiento de la Era Moderna y los sistemas de símbolos desarrollados por los cartománticos para el conocimiento de la realidad presente y futura son claramente deudores de otros métodos de adivinación practicados por los magos, entre ellos la lectura del vuelo de las aves y de las entrañas de los animales sacrificados.
Prácticas de simple hechicería, adivinación, astrología, lectura de barajas y de libros oraculares como el antiquísimo I Ching de los chinos, o el alfabeto rúnico de los escandinavos, aspectos del hinduismo, el yoga y hasta la creencia en la divinidad de civilizaciones extraterrestes y su presencia entre los humanos constituyeron desde mediados del siglo XX un conglomerado débilmente articulado que se conoció como movimiento de la Nueva Era (en inglés New Age).
Los magos ya existían seguramente en tiempos prehistóricos, es decir, seguramente ya había personas con ciertas habilidades para engañar a sus semejantes, sin duda estas primeras personas fueron los primeros sacerdotes, chamanes, brujos y médicos o curanderos de aquellas tribus primitivas.
Pero la primera noticia que tenemos escrita acerca de una función de magia es aproximadamente de hace unos 5000 años. Esta actuación estaba en manos del mago Dedi y estaba ofrecida al faraón Keops, en Egipto. La referencia aparece en el papiro Westcar y en él se describe la función tal y como se llevó a cabo, siendo el juego principal la decapitación de una oca seguida de la recomposición del animal. Otro de los juegos que aparecen detallados era la transposición de las cabezas de dos pollos de distinto color y la vuelta a la normalidad (un poco bizarra la magia de la época ¿verdad?).
En la antigüedad los magos eran los sacerdotes, estos eran estudiosos de la astrología y de la alquimia, y utilizaban la magia para acrecentar la eficacia de las ceremonias religiosas consiguiendo que el pueblo creyera en los dioses y en los poderes sobrenaturales, así el pueblo otorgaba ofrendas que aprovechaban los sacerdotes (no eran nada tontos …).
Siglos más tarde en Grecia y en Roma surgieron los primeros magos cuyo fin ya no era algo místico sino algo puramente espectacular. De esta época se conservan nombres como los de Simón y Mitilene. Los magos en esta época eran la atracción de las bacanales y eran muy bien vistos en la sociedad. De esta época proviene el juego de los cubiletes, juego que se conserva todavía en nuestros días.
En la Edad Media se creía que los magos pactaban con el diablo y eran perseguidos por la inquisición siendo quemados en las plazas. En esta época surge el primer manual de ilusionismo publicado por Reginald Scott, “The Discovery of Witchcraft”. En este manual se explicaban conjuros, como curar dolores y trucos de magia con naipes, cuerdas o monedas. Este libro se publicó para avisar a la gente contra los charlatanes que abundaban en la época, pero la gente del pueblo, los destinatarios, no sabían leer, de tal manera que este libro solo sirvió a los ricos de la época que eran los que sabían leer y normalmente eran los timadores de los que hablaba el libro. Lo que si es verdad es que gracias al libro aumentaron notablemente el número de magos.
A partir del siglo XVII la prestidigitación recupera su prestigio y eran numerosas personas cultas las que se interesaban por este arte. Y así comienzan a proliferar los magos de gran fama.
Desde esta época hasta hoy podemos destacar a los siguientes magos (seguramente me queden muchísimos pero podríamos extendernos demasiado): Buchinger (no tenía ni manos ni pies), Fawkes (el primero en sacar un conejo de un gorro o hacer crecer un manzano en menos de un minuto),Pinetti (el primer gran ilusionista, su truco principal atrapar la carta del espectador con una bala), Bartolomé Bosco (gran manipulador de cubiletes), Robert Houdin(considerado el padre de la magia moderna, diseñó un autómata capaz de escribir y dibujar, inventó numerosos artilugios modernos entre los que está el despertador)Hofzinser (inventor del forzaje psicológico o la cuenta del meñique y creador del gran juego “en todas partes o en ninguna), el gran brujo del norte (primer mago en sacar conejos de una chistera), San Juan Bosco (Patrón de los magos, sacerdote que usaba la magia para evangelizar), Canonçe (precursor de la magia actual en pubs o cafeterías), Partaçás (fundador de la tienda catalana “El rey de la magia”), Buatier de Kolta (“El Julio Verne de la magia”, sacaba de la cartera un dado de 20 cm. Este crecía hasta llegar a los 80 cm. Y de dentro salía su esposa), las hermanas Fox y los Davenport (iniciadores del espiritismo moderno), Kellar, Thurston, Elliot(inventor del back & front)Nelson Downs (conocido como el rey de las monedas), Erdnase (cambió el mundo de la cartomagia), Malini, Selbit (creador de la mujer serrada), Houdini (el mejor escapista de la historia)Okito (creador de la bola okito, la caja okito, el papel okito,…) Fu-Manchu (creador del “teatro al revés”, “la cabina de luz”), Anneman, Slydini (Maestro de la misdirección, y creador de los pañuelos de Slydini) A día de hoy existen numerosos magos en el ámbito mundial y en el nacional que pasarán a formar parte de la historia de la magia…A lo mejor uno de ellos seréis vosotros
DEFINICION
La magia (del latín: magÄ«a, derivado a su vez del griego μαγεία mageia, ‘cualidad de sobrenatural’,
probablemente del antiguo persa maguš, que contiene la raíz *magh-, ‘ser capaz’, ‘tener poder’,
haciendo referencia a la antigua casta sacerdotal persa y a su vez del sánscrito maga, ‘ilusión’, de la
raíz may, ‘obrar’, ‘mover’)1 2 3 es el arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de
ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes
naturales.
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CONTEXTUALIZACION DE MAGIA
Inversamente a la Teología, Filosofía y a las ciencias ortodoxas que versan e importan sobre las causas, la magia, para auto-formularse y auto-definirse, se define como la manifestación de la supuesta veracidad maravillante de algunos efectos que no requiere averiguar sus causas. Conocer las causas o que el efecto no sea maravilloso extingue la magia y el pensamiento mágico migra a otros tipos de pensamiento, (de los supuestos «efectos mágicos» se deriva la metonimia histórica con la medicina y la farmacología).
A través de la aceptación de la existencia de la magia, se acepta implícitamente a esta como la causa abstracta o seudoabstracta del efecto mágico, como un principio o verdad primaria a partir del cual se desarrolla toda la parafernalia seudológica. Desde tiempos muy remotos, se aspira a develar, a conocer y a usar lo que presumible-mente estaría oculto a los sentidos (Cognición), oculto a la percepción sensorial clásica, a la lógica, a la razón y al criterio. Estos son, como mínimo, los tres elementos esenciales a la magia genérica:
· Un «efecto» que se percibe como «maravilloso» cuya causa sea desconocida e «inexplicable» en el momento considerado.
· La magia no busca axiomas imperativos, una antonomasia de la magia es el tópico del «objeto que aparece de la nada» o por arte de magia, la magia es la causa misma.
· Entre sus atribuciones funcionales más antiguas y características (arquetipo) estaría la facultad de la adivinación, que no se debe conceptualizar junto con la profecía.
La magia, en su acepción más arcaica, es disidente del axioma racional que afirmaría que el universo estaría exclusivamente gobernado por las «leyes naturales o materiales» conocidas o por conocer y habitado solo por la materia. Esta magia arcaica, con un criterio inherente de dualidad espíritu-materia, dio origen al pensamiento mágico y en el entorno de las primeras civilizaciones, a dos clasificaciones evolutivas de la magia, historialmente llamadas «magia natural» y «magias no naturales o filosofías ocultas».